viernes, 26 de junio de 2015

El antisemitismo islámico (4/6)



El antisemitismo islámico puede ser percibido como el resultado de una exportación del antisemitismo moderno, europeo, a las condiciones específicas del mundo árabe o musulmán. A partir de los años 20 del siglo pasado el antisemitismo moderno, europeo, se encuentra con un proceso de modernización y descolonización de los países árabes. Para entender la relación entre descolonización y antisemitismo es importante comprender que la adquisición de tierra por organizaciones y colonos judíos era percibida por la mayoría árabe como colonialización bajo el protectorado británico. En la primera mitad del siglo pasado, los movimientos anticoloniales tuvieron así los mismos enemigos que los nacionalsocialistas: Gran Bretaña, el bolchevismo y los judíos. No nos ha de sorprender que gran parte del movimiento anticolonial contra Gran Bretaña y Francia se entusiasmara por el nacionalsocialismo.
Uno de los primeros antisemitas árabes más destacados de esta época fue el muftí de Jerusalén, Muhammad Amin al-Husayni. Era colaborador estrecho con el régimen nazi y sus ideas influyeron en amplias partes del mundo árabe. Aunque la simpatía abierta con el nacionalsocialismo retrocedió radicalmente después de la Segunda Guerra Mundial, el antisemitismo como semántica, como cosmovisión capaz de explicar la realidad económica, política y social, se mantuvo en gran parte del mundo árabe. Así, el conflicto judío-árabe (o israelí-árabe, si así se prefiere) de Oriente Próximo no se percibe mediante una interpretación propia, local, sino como parte de una semántica global que vincula a los judíos/Israel con el colonialismo, con redes globales de poder económico y militar (p.ej. “lobby judío” en EEUU) y se percibe la existencia de Israel no sólo como amenaza para la paz en la región sino incluso para la paz mundial.
Un ejemplo claro de esta forma del antisemitismo islámico la podemos encontrar en la carta fundacional de Hamás todavía hoy en vigor, en la que se hace referencia a los “Protocolos de los sabios de Sion”, falsificación antisemita rusa de 1902 que habla de una conspiración judía mundial. La Carta, además, identifica a los judíos como aquellos que están detrás del poder de los medios de comunicación, de la revolución francesa, del bolchevismo y muchas apariencias más del mundo moderno. A raíz, tanto de las migraciones desde el mundo árabe como de los movimientos de solidaridad anticoloniales en el llamado primer mundo, las ideas del antisemitismo islámico se están reimportando a Europa.

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