Mi primera reacción al tener en
la mano el libro de Jaume Renyer “anticatalanisme i antisionisme, avui” era
pensar que los dos conceptos tienen muy poco que ver el uno con el otro.
Mientras ubicaría en anticatalanismo en España claramente en la derecha, el
antisionismo parece ser uno de los códigos culturales de la izquierda por
excelencia. Por no confirmar mis prejuicios y enseñarme aspectos sobre la
izquierda catalana y española que realmente eran novedosos para mí, he
disfrutado mucho con el libro de Renyer.
Jaume Renyer es, entre otros,
profesor de derecho de la Universitat Rovira i Virgili, fue hasta el año 2009
militante de Eusquera Republicana y actualmente es presidente de la Asociació
Catalana d’Amics d’Israel – ACAI (http://acaicat.blogspot.com.es/). Tiene un
blog (http://blocs.mesvilaweb.cat/jrenyer)
sobre diversos aspectos de la actualidad política y social. El libro “Anticatalanisme
y antisionisme, avui” publicado en 2010 por la editorial Dux es una colección de textos suyos
de entre 1998 y 2009 publicados en revistas, periódicos y en su blog. Además
contiene una serie de otros documentos históricos como un texto de Antonio
Rovira i Virgili de 1938 o de Jaume Miravitlles de 1967 que muestran el vínculo
histórico entre el catalanismo y la defensa de Israel. También contiene una
entrevista con el sociólogo y filósofo francés Pierre André Taguief del que
Renyer parece tomar la algo particular diferenciación entre antisemitismo y
judeofobía.
Renyer es uno de los pocos que se
atreven hoy en día a defender a Israel desde una posición de izquierdas,
distanciándose claramente de aquellos que desde la derecha autoritaria e
islamofóbica defienden actualmente al Estado judío. Así, afirma por ejemplo,
que “los herederos del franquismo (filonazi, antisemita y amigo de las
corruptos monarquías árabes) son hoy en día los amigos interesados de Israel,
mientras que los nacionalistas catalanes […] son hoy, mayoritariamente,
cómplices inconscientes de la judeofobia.” Renyer muestra como judeofobia y
anticatalanismo formaron una unidad durante el franquismo. Mientras que el
“judío era la antítesis religiosa de la identidad española […], el catalán
[era] su antítesis cultural”. En las décadas postfranquistas, la derecha ha mantenido
su anticatalanismo pero el antiislamismo se superpuso a la judeofobia de origen
religiosa.
Por otro lado, la izquierda, al
principio se solidarizaba con el deseo
del pueblo judío de tener un Estado propio, tal como lo proclamó para todos los
pueblos, viéndose fuertemente influenciada
por la doctrina de la URSS que, por miedo a un acercamiento entre Israel y los EEUU, además de por resentimientos
antisemitas en la Unión Soviética, declaró la guerra al sionismo. Mediante la hegemonía
de la Unión Soviética en la izquierda europea durante los años 60 y 70, esta
ideología se ha podido anclar en el pensamiento de gran parte de la izquierda y
pertenece hoy en día al cúmulo de ideas cuyo trasfondo no ha sido cuestionado. Desde
entonces existe en la izquierda una hegemonía poco afortunada y raras veces disputada,
que identifica el sionismo y el Estado de Israel con el imperialismo, el
colonialismo, e incluso con el fascismo.
Desde su experiencia como
militante de Eusquera Republicana, Renyer nos cuenta la fuerza de este consenso
antisionista y lamenta una y otra vez el oportunismo que evitó que partes
críticas de la izquierda se distanciaran claramente del antisemitismo de la
izquierda. En ERC i els palestins,
cuenta por ejemplo cómo el partido rechazó la aprobación de una resolución que
no tomaba posición a favor de uno u otro lado en el conflicto arabe-israelí y
simplemente retiraba “el derecho a la paz, la libertad i la seguridad tanto del
pueblo judío como del palestino.” Otro artículo cuenta la negación sintomática
de la revista oficial de ERC de publicar una reseña encargada sobre Israel y
palestina.
Cuando defiende a Israel, Renyer
presenta al Estado judío como Estado democrático que logra combinar la
diversidad cultural con la recuperación de una lengua propia, lo cual convierte
a Israel en ejemplo del que el nacionalismo de izquierdas de Cataluña puede
aprender. Con ello, Renyer no habla desde la distancia sino que se muestra como
profundo conocedor de la realidad israelí, por ejemplo cuando presenta la
pluralidad de fuentes del sistema legal de Israel en su artículo Israel, estat jueu i democràtic. Este
texto concluye con la afirmación de que “hay muchas cosas que se pueden
aprender del sistema constitucional israelí, de la vitalidad del sentimiento
nacional judío y de la capacidad para desarrollar un modelo de sociedad
singular en medio de las condiciones adversas que imponen aquellos que quieren
la desaparición de Israel. De los movimientos que se basan en la negación de
los otros (anticatalanismo, antisionismo) no se puede sacar nada positivo, de
aquellos que afirman en positivo la libertad de su pueblo y la de los otros
(catalanismo, sionismo) siempre hay algo aprovechable”.
Un libro valiente, que se atreve
con una problemática negada por la izquierda. Sus argumentos informados, bien
razonados y originales hacen del libre una fuente inspiradora de dialogo.
soc ctala i sabeu de sobres que sou amics de genocidas,quina vergonya que ens doneu a la majoria.
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